¿No puedes creer que la cirugía plástica y los implantes sean seguros? Intentamos disipar los mitos más comunes sobre la cirugía plástica para que puedas dormir tranquilo.

Mito 1. Los implantes deben sustituirse cada 10 años

Sí, los modelos antiguos que se instalaron hace 20 o 30 años realmente necesitaban ser reemplazados cada 10 años. Hoy en día, los implantes nuevos contienen en su interior material y gel de tan alta calidad que los fabricantes de todas las marcas conocidas ofrecen una garantía de por vida. Después de seis meses, se forma una cápsula alrededor del implante que se estabiliza y se eliminan las restricciones de ejercicio y ejercicio. Es decir, podrás vivir una vida plena y no tener miedo de que se rompan.

Mito 2. Primero debes dar a luz y luego ajustar tus senos.

De hecho, aquí hay matices. Puedes amamantar y dar a luz con implantes. Esto es absolutamente aceptable y seguro. Pero, si planea dar a luz a un niño el próximo año, entonces es mejor tener descendencia primero y luego, un año después, someterse a una operación. ¿Por qué? En la práctica médica, ha habido casos en los que las pacientes que dieron a luz con implantes tenían los senos caídos. Y aquí ya es necesario apretar. No es un reemplazo de implante, sino un estiramiento de la piel. Durante la lactancia, los senos cambian mucho y nadie sabe cómo se verán más adelante o si podrán encogerse. En el 70-80% de los casos, los senos aún se contraen por sí solos y toman la forma que tenían después de la operación. Pero aquí todo es individual.

Mito 3. La cirugía plástica puede cambiar completamente tu apariencia

Teóricamente esto es posible. Pero en la práctica no todo es tan sencillo.

En primer lugar, es muy caro. Por ejemplo, cambiar una cara para que parezca otra persona requiere unas quince operaciones. Cada uno será caro. Y es diferente para cada cirujano. Por ejemplo, durante el rejuvenecimiento completo (SMAS), se realizan levantamiento endoscópico de cejas, cirugía del párpado superior, cirugía del párpado inferior, levantamiento endoscópico de la zona media, levantamiento circular y cirugía del cuello. Un total de 6-7 operaciones en la cara. Pero todo esto no sucede con el fin de reemplazar la apariencia, sino para reafirmarla, mientras la persona permanece con su propio rostro, pero más joven. Si el paciente también solicita «cambiar» adicionalmente su nariz, labios o mentón, pocos cirujanos emprenderán un cambio tan total.

Mito 4. La mamoplastia causa cáncer

Este es el mito más común sobre la mamoplastia desde que aparecieron los implantes. Pero la ciencia ha demostrado desde hace tiempo que esto no es así; no provocan ningún cáncer. Alrededor de los implantes se forma una cápsula delgada, como una concha alrededor de una perla, y dicho «bolsillo» no afecta de ninguna manera el tejido circundante. Además, tanto el gel del interior del implante como su cubierta son lo más hipoalergénicos posible. Incluso durante una lesión, el gel no se sale de la cápsula, ya que su consistencia no es líquida, sino similar a la de un malvavisco blando. Por tanto, los rumores sobre oncología y mamoplastia son absolutamente infundados.

Mito 5. Me haré una liposucción y perderé peso

La liposucción no es un método de pérdida de peso, sino de eliminación de grasa local. Hay zonas del cuerpo femenino dependientes de hormonas (abdomen y costados) donde el tejido graso no desaparece ni después de hacer deporte ni después de hacer dieta. Y con esta operación, el cirujano plástico extrae grasa y suaviza los contornos del cuerpo. Pero si el paciente continúa comiendo incorrectamente, aumentando la masa grasa, todo volverá a la normalidad.