
DIFERENCIAS ENTRE EL AGUA MICELAR Y EL AGUA TERMAL
DIFERENCIAS ENTRE EL AGUA MICELAR Y EL AGUA TERMAL
Desde hace ya varios años, las marcas de cosmética y belleza más reputadas han incluido entre sus productos de limpieza facial el agua termal y el agua micelar. Tan distintas y complementarias a la vez. Aunque muchas de vosotras lo sepáis, seguro que más de una os habréis preguntado cuáles son las diferencias entre el agua micelar y el agua termal. Pues bien, hoy os lo contamos todo. Y os revelamos algunas propiedades de estos dos productos.
El agua termal procede de manantiales naturales y está enriquecida con los minerales de la tierra de la zona. Cada agua termal es única, conteniendo unas propiedades diferentes al resto de aguas termales. En este sentido, destacamos que existen muchas propiedades que son comunes a todas las aguas termales. Hidratan, calman la piel sensible y mejoran la cicatrización.
Diferencias entre el agua micelar y el agua termal
El agua termal tiene un uso reparador, incluso en las pieles de los más peques de la casa. A diferencia del agua micelar, el agua termal no puede ser usada como desmaquillante. Su función es la de calmar e hidratar, pero no limpiar.
Como ejemplos de agua termal, puedes encontrar la de Avéne, la de Vichy, la de La Roche-Posay y la de Uriage. Todas ellas con reconocidas propiedades calmantes y antiirritantes.
Veamos más diferencias entre el agua micelar y el agua termal. El agua micelar se trata de un producto de limpieza facial que desmaquilla. Está compuesto por las llamadas micelas -de ahí el nombre de agua micelar-, que arrastran la suciedad de la piel sin necesidad de frotar. Por ello, el agua micelar es ideal para desmaquillar las pieles sensibles. Limpia la piel de forma suave y delicada. Además, reducen el picor y las rojeces que se pueden dar con otro tipo de producto desmaquillante.
Asimismo, el agua micelar es apta para retirar el maquillaje -incluso waterproof- de ojos y labios evitando dejar una sensación grasa o de tirantez en la piel. Eso sí, debes elegir el agua micelar que mejor se adapte a las necesidades y características de tu piel. Las hay para todo tipo de pieles, así que ¡sólo tienes que dar con la tuya!