
TRUCOS PARA CUIDARTE EN EL AVIÓN
TRUCOS PARA CUIDARTE EN EL AVIÓN
Es tiempo de vacaciones, de desconectar, de liberarse de la rutina propia del resto del año, del estrés laboral y de descansar. Para lograrlo, cada vez viajamos más y cada vez lo hacemos a destinos más remotos. Para llegar a ellos cogemos vuelos que requieren estar muchas horas en un espacio que, lamentablemente y salvo que se viaje en las clases superiores, tiende a ser cada vez más estrecho. Esto puede convertir tu viaje en un martirio, salvo que tengas en cuenta una serie de trucos para cuidarte en el avión.
Según los especialistas, los vuelos de más de seis horas de duración aumentan hasta en un 20% la probabilidad de sufrir el llamado síndrome de la clase turista, o lo que es lo mismo, trombosis venosa profunda. Esta patología se debe a una alteración de la circulación de retorno en las piernas cuando estas permanecen aprisionadas en inmóviles durante demasiado tiempo.
Asimismo, las condiciones ambientales dentro de las cabinas del avión y la falta de descanso suelen pasarle factura a nuestra piel en forma sequedad, ojeras, bolsas debajo de los ojos…
Finalmente, la diferencia horaria entre el lugar de origen y el destino de vacaciones puede ocasionar jet lag, un fenómeno caracterizado fundamentalmente por la alteración del patrón de sueño pero que también puede ocasionar dolores de cabeza, cansancio, vómitos, náuseas y estreñimiento.
Para evitar todos estos contratiempos o, al menos, reducirlos al máximo sería bueno que tomases nota de estos consejos para que tu viaje sea cómodo y, sobre todo, para que te bajes del avión con la mejor cara posible.
Qué hacer en vuelos largos
Come ligero
La gran altura a la que se viaja en avión hace que la presión barométrica se reduzca un poco. Esto repercute en nuestro sistema digestivo hinchando nuestra tripa y provocando gases. De esta manera, no es recomendable tomar alimentos flatulentos o preparaciones muy pesadas desde un día o dos antes del viaje. Por regla general, los menús que se preparan a bordo de los aviones ya tienen este aspecto previsto y suelen servir alimentos en esta línea. No obstante, tenlo en cuenta a la hora de pedir tu comida.
Ropa y calzado cómodo
Esta medida es especialmente importante en caso de viajes largos. Opta por prendas que no te aprieten y te permitan moverte con libertad, preferiblemente confeccionadas en tejidos suaves para evitar molestias en la piel. Evita cinturones, calcetines y medias con elásticos que te queden muy justos. Aflójate los cordones de los zapatos y, si puedes, descálzate y haz el viaje con unos calcetines cómodos.
Hidrátate
Dentro del avión el nivel de humedad ambiental es menor. Esto repercute en una mayor sequedad de la piel, lo que puede ocasionar incomodidad, sensación de tirantez, irritación e, incluso, alguna pequeña descamación. Para evitarlo, lo mejor es beber agua en abundancia y rociar tu rostro de vez en cuando con agua termal en spray. Evita el café, el alcohol o los refrescos con cafeína, ya que estos productos tienen un efecto deshidratante que se hará más acusado en la cabina del avión.
Si el viaje es muy largo no está de más que en tu equipaje de mano lleves un neceser con crema hidratante para aplicártela cuando notes tu piel seca. En este punto, no te olvides de los labios. Ten a mano siempre un bálsamo nutritivo que devuelva a la delicada piel de los labios la tersura y la elasticidad que puede perderse a bordo de un avión.
Si usas lentillas es posible que necesites lágrimas artificiales porque las mucosas se resecan a bordo de los aviones. Si el vuelo es muy largo, es mejor que lleves las gafas. Así evitas esa sequedad adicional y la molestia de tener que quitártelas para dormir.
No te maquilles
Teniendo en cuenta que durante el vuelo es probable que eches una cabezadita, que tengas que rociarte la cara con agua termal, que vas a comer… lo mejor es prescindir del maquillaje, sobre todo porque a bordo de un avión no es sencillo cumplir adecuadamente con la rutina de desmaquillarse antes de dormir o de limpiarse la piel correctamente antes de irse a la cama. Si quieres tener buena cara, aplícate una crema hidratante con color o una BB cream, pero deja las bases de maquillaje, las sombras de ojos y las máscaras de pestañas para cuando aterrices.
Muévete
Levántate de vez en cuando y camina por el pasillo del avión. Estira las piernas todo lo que puedas, tensa la musculatura y relájala después. También son útiles los ejercicios a base de mover los dedos de los pies y girando los tobillos en ambas direcciones. Cambia de posición en la medida de lo posible y evita cruzar las piernas. En los vuelos largos puedes hacerte un automasaje en las piernas. Empieza por los tobillos y sigue en dirección ascendente hasta llegar a las rodillas para estimular la circulación de las piernas.
Medidas adicionales
Si habitualmente se te hinchan los pies o las piernas o si sufres problemas de circulación habla con tu médico para comentar la posibilidad de que viajes con medias de compresión y cuáles son las adecuadas para ti. Además, puede prescribirte fármacos venotónicos o aspirina para comenzar a tomarlos antes y después del vuelo.
Y al aterrizar…
No olvides meter en tu neceser productos reparadores y calmantes para darte una sesión extra de cuidados una vez que llegues al hotel. Parches para las ojeras y mascarillas en forma de muselina serán tus grandes aliados para que tus vacaciones empiecen de la mejor manera posible nada más llegar a tu destino.
¡Feliz vuelo!